Magnus Wästberg, el hombre detrás de la marca del mismo nombre, cree que las lámparas deben responder a nuestros instintos primitivos.
Hijo de un productor de iluminación, Magnus Wästberg creó su marca homónima en 2008 con una filosofía clara:
"Escribí un manifiesto: 'Lámparas para el hombre de Neanderthal'. La luz solía ser mucho más que convertir la noche en día. Si miras hacia atrás miles de años, la luz, en forma de fuego, nos mantuvo seguros y cálidos, los animales asustados, nos unieron. Durante 300,000 años, nuestro ADN no ha cambiado mucho, pero nuestra relación con la luz ha cambiado enormemente. Pero tal vez olvidamos algo en el camino, que está profundamente arraigado en nosotros: si le pregunta a una persona si prefiere un restaurante a la luz de las velas o una oficina con mucha iluminación, la mayoría dirá lo primero, aunque no sea tan funcional"
Es difícil decir si nuestros primeros antepasados apreciarían las "lámparas para oficinas, hoteles y cuevas" minimalistas que Wästberg produce hoy. Los puntos de carga USB, tres de los cuales están integrados en el Busby diseñada por Industrial Facility, no lo mantienen caliente, pero su ausencia es una ansiedad moderna y constante, por lo que podrían considerarse el equivalente al siglo XXI de la fogata que buscamos fuera y todos acurrucados para extraer energía.
"Son herramientas para la eficiencia y para el ambiente", explica Wästberg sobre sus referencias a los orígenes de la iluminación. Sobre el diseño de Busby, comenta: "Pensamos en el hecho de que una lámpara hoy en día es un producto electrónico y cómo podría usarse para crear algo que pueda hacer la vida moderna más fácil y más agradable".
La marca, dice, pone el bienestar en el centro de su enfoque, trabajando con un pequeño grupo de diseñadores con ideas afines, todos los cuales priorizan el proceso sobre la estética. Como ejemplo, cita el w124 de Jonas Lindvall. "Comenzamos a explorar cómo los diferentes materiales influyen en la calidad y la sensación de la luz y notamos que el calor, la riqueza y la profundidad de la luz eran fantásticos cuando utilizábamos el cobre como reflector", dice.
Las luminarias de Wästberg como: la juguetona lámpara de pinza Île de Inga Sempé, las coloridas Extra Large de Claesson Koivisto Rune, la lámpara de escritorio Pal diseñada por Dirk Winkel y la lámpara de suspensión Dalston, están diseñadas para entornos tanto domésticos como de trabajo, un tema que recorre la colección. Sobre el futuro, Magnus Wästberg sigue con los labios apretados, pero asegura que no se alejarán mucho de su visión original.